Las vacunas Covid-19 que empresas como Pfizer, Aztrazeneca, Moderna, etc., han publicado en Estados Unidos han demostrado su eficacia. Sin embargo, desde su publicación y aplicación, los especialistas sanitarios han observado inconsistencias en las mamografías aplicadas a un grupo de mujeres que se presentaron a este examen. Tras algunas investigaciones con los pacientes, los médicos descubrieron tanto la afección que padecían como su causa: todos ellos habían sido inoculados unos días antes y sufrían una inflamación de los ganglios linfáticos.
¿Qué es lo que provoca esa reacción del cuerpo
La inflamación de los ganglios linfáticos de la axila está asociada, en la gran mayoría de los casos, al desarrollo de un cáncer de mama. Por lo tanto, los médicos ordenan inmediatamente más pruebas y una biopsia para estar absolutamente seguros de si es o no un cáncer. Para sorpresa de los médicos, en este grupo de mujeres, los ganglios linfáticos inflamados no eran el resultado de un cáncer, sino de la respuesta inmunitaria del organismo a la vacuna.
¿Cuáles son las razones de este resultado?
A raíz de estos hallazgos, la Sociedad de Imagenología Mamaria ha emitido una declaración a las mujeres en la que recomienda programar las mamografías entre cinco y seis semanas después de la segunda dosis de la vacuna Covid-19, para que la paciente y el médico tratante puedan estar seguros de que no habrá posibles contaminantes en el momento del examen.
Kimberly Garver, Directora de Imagenología Mamaria de la Universidad de Michigan, comentó sobre estos hechos y explicó que los ganglios linfáticos se inflaman cuando hay un elemento extraño en el cuerpo, y cuando esto sucede están haciendo su trabajo perfectamente, agregando que en el caso de una vacuna, el cuerpo está preparando una respuesta inmune, esto es algo completamente normal y si esto sucede, significa que el paciente está sano.